Los helados son una de esas comidas casi perfectas, ideales para muchos momentos de la vida.... Para compartir con personas queridas, para superar un momento triste o amargo, refrescarnos en un día cálido, cerrar con broche de oro una comida familiar, entre otros momentos importantes de la vida. Si les gustan los helados pueden interesarles también las recetas de los otros helados que les hemos presentado, helado de maní y el helado de moras con yogurt, que son deliciosos pero que necesitan una heladera para su preparación.
Esta
receta es de una amiga muy querida, la Sra. Zobeida. Es una receta muy sencilla
de preparar que enamora los paladares.
1 pote de leche evaporada de 400 gr
200ml de concentrado de jugo de marchita
Azúcar al gusto
Preparación
1. Colocar la leche evaporada en la nevera de un
día para el otro.
2. El día que se va a preparar el helado colocar la
leche evaporada unas 2 horas en el congelador, debe estar bien fría, pero no
congelada.
3. Retirar la leche del congelador y batir con un
batidor eléctrico hasta que la misma alcance más del doble de su volumen
inicial y tenga una consistencia cremosa.
4. Adicionar el concentrado poco a poco y seguir batiendo.
5. Probar el dulzor y si necesario adicionar azúcar y batir enérgicamente para que se integre bien.
4. Adicionar el concentrado poco a poco y seguir batiendo.
5. Probar el dulzor y si necesario adicionar azúcar y batir enérgicamente para que se integre bien.
6. Colocar la crema en un envase y llevarla al
congelador, preferiblemente que este de un día para el otro, unas 12 horas por
lo menos.
¡¡¡¡Buen provecho!!!!
También se puede sustituir la parchita por jugo de limón y queda riquisimo
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